Es más simple de lo que cree.
1. Consiga una alcancía de aluminio. Ok, si es de cartón también sirve
2. Póngala en su trabajo, donde nadie pueda ignorarla.
3. Ponga en ella algunas monedas.
4. Espere.
5. La persona que entre preguntará "¿Para qué es esa pequeña alcancía?"
6. Usted responde "Se llama pushka. Pon en ella algunas monedas".
7. La persona pregunta "¿A dónde va el dinero recolectado?"
8. Usted responde "No se. ¿Tienes alguna idea?"
9. Colecte las ideas.
10. Cuando la alcancía esté llena, envíela a la obra de caridad de su elección y reemplácela inmediatamente.
Felicidades, ahora su lugar de trabajo ha sido oficialmente elevado a un nivel espiritual más alto. Repita esto con el auto, la cocina, el dormitorio, estudio de producción, nave espacial… Dondequiera que se encuentre. Elévelos a todos.
"La gente ve en un lugar de negocios un lugar donde uno compite y se aprovecha del otro. Mi pushka tiene un mensaje. No habla de lo que uno obtiene, sino de lo que uno da. El dinero que hago aquí, lo hago para poder dar".
"Es mejor dar una moneda de un peso por día durante cien días que dar 100 pesos una sola vez en cien días. ¿Por qué? Porque cada vez que su mano realiza la acción de dar, se convierte más y más en una mano que da".